jueves, 13 de marzo de 2008

El perrito, el mono y la pantera


Un hombre va de cacería a África y se lleva a su perrito para no sentirse solo. Un día, ya en la expedición, el perrito, correteando tras unas mariposas, se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva. En es

o que ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera y piensa que lo va a devorar, entonces, al ver un montón de huesos de un animal muerto, empieza a mordisquearlos y, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:

- ¡Ah!, ¡qué rica pantera me acabo de comer!

La pantera, que alcanza a escucharlo, frena en seco, gira y sale despavorida pensando: ¡Quién sabe qué animal será ese, no me vaya a comer a mí también!
Un mono que andaba subido en un árbol cercano y que había visto y oído la escena sale corriendo tras la pantera para contarle cómo la engañó el perrito:

- ¡Cómo serás de estúpida! Esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro.

La pantera, al enterarse de lo ocurrido, le dice al mono:

- Súbete a mi espalda, vamos donde ese perro a ver quién se come a quién.

Y salen corriendo a buscar al perrito. Este que se percata de que la pantera viene, otra vez, a toda velocidad y acompañada del mono chismoso, piensa asustado: ¿Y ahora qué hago?... Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto y, en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice:

- ¡Este mono hijo de puta!, hace más de media hora que lo mandé a traerme otra pantera y todavía no ha aparecido.

MORALEJA: En momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. Procura ser imaginativo como el perro, evita ser estúpido como la pantera, pero nunca seas tan hijo H. P. Y falso como el mono.

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