domingo, 19 de abril de 2015

Parque Natural de las Batuecas

El Parque Natural Las Batuecas, situado en la Sierra de Francia, es uno de los dos Parques Naturales de la provincia de Salamanca. Se trata de un área con relieve accidentado, situado en la parte occidental del Sistema Central, en el que destacan picos con mas de 1700m. de altura y profundos valles por debajo de 500m.; lo que da lugar a un complicado paisaje en el que la naturaleza y el hombre han dibujado un mosaico llamativo y equilibrado. Aunque el Parque está situado en la región mediterránea, la diferencia de altitud existente y la orientación de las laderas determinan la existencia de zonas con clara influencia atlántica, y otras mucho más cálidas de tendencia mediterránea, que en su conjunto favorecen una gran diversidad faunística y florística, y permiten la producción de cerezas, uvas, aceitunas o castañas. Pero este singular entorno encierra, además, una gran riqueza cultural y un importante patrimonio histórico-artístico, con cuatro pueblos declarados "Conjunto Histórico-Artístico": La Alberca, Miranda del Castañar, Mogarraz, San Martín del Castañar, y el resto de las localidades conservan buenos ejemplos de una arquitectura tradicional exclusiva. Además de numerosos enclaves con pinturas rupestres, restos de minas romanas o ermitas y monasterios repartidos por todo su territorio, entre los que destacan el de La Peña de Francia y Batuecas. Destacar que en la comarca se mantienen tradiciones centenarias, como el folclore, los festejos tradicionales y las artesanías locales de bordados, orfebrería del oro, trajes típicos, cestería de castaño, madera y cerámica. En las cumbres más altas del Parque Natural, la vegetación ha tenido que adaptarse a la crudeza del clima, dominando el piorno y el erizón. La cabra montés habitó desde antiguo en las cumbres pedregosas, desde donde podemos ver volar a los buitres tanto leonados como negros, el águila real, el halcón peregrino, el alimoche y el búho real. Especial mención merece la lagartija de la Peña de Francia y la flor de alta montaña, Armeria Salmantica, endemismos del Parque. A menor altitud aparecen los bosques de rebollo -en cuyo sotobosque crecen acebos, serbales y arce menor- y los castaños. En las zonas de robledal más frías, húmedas y orientadas al noroeste encontramos algunos abedulares. Es reseñable la presencia en el territorio de algunos robles de condiciones climáticas más húmedas, como el Carballo (Quercus robur) o la famosa "Haya de la Herguijuela". Al sur y descendiendo en altitud, empiezan a aparecer especies típicamente mediterráneas. Encontramos formaciones de encinas, alcornoques, tejos, madroños durillos, enebros y algún almez, confundidos entre la abundante cobertura que proporciona la jara pringosa. Además aparecen grandes áreas cultivadas de árboles frutales, viñedos y olivares, entre los que destacan por su extensión los cultivos de cerezo, base económica de muchos pueblos de la Sierra. Entre las especies de mamíferos son habituales el tejón, gato montés, meloncillo, garduña, desmán ibérico y nutria, además de corzos, ciervos y jabalíes. Multitud de arroyos, regatos, ríos y charcas, salpican la Sierra de Francia, y entorno a ellos se desarrollan plantas acuáticas, musgos, helechos, alisos y sauces, donde se pueden encontrar tritón ibérico, sapo partero ibérico, rana pasilarga y sapillo pintojo, entre la gran variedad de anfibios. Ríos importantes son el Francia, el Batuecas y el Alagón, peculiar este último pues encajado en una estrecha galería atraviesa el Sistema Central de norte a sur, poniendo en contacto sus diferentes tipos de vegetación y fauna, y en cuya cuenca se encuentra la colmilleja del Alagón (Cobittis vettonica),
(Es un pez de pequeño tamaño que no suele ser mayor de 15 centímetros de longitud, siendo los machos más pequeños que las hembras. Tiene el cuerpo alargado, con manchas oscuras, que en los machos suelen formar líneas bien definidas. La cabeza presenta una pequeña espina debajo del ojo que les sirve para defenderse de los depredadores. Alrededor de la boca presentan seis barbillas muy cortas, a veces imperceptibles, carácter que sirve para diferenciar a esta colmilleja de otras especies del mismo género. De igual manera, las aletas son más cortas que otras especies del género. Carece de vejiga natatoria.)  otro de los endemismos de este Espacio Natural.

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