martes, 29 de enero de 2008

Turismo rural


Se acerca la fecha de empezar a salir al campo. A la caravana, a una casa rural, o simplemente de merienda. Os dejo un comentario sobre casas rurales y algo del campo.
Si hay algo que funciona últimamente, es lo del turismo rural. Se trata de un deporte nacional que antes se llamaba "ir al pueblo". La diferencia es que si vas a tu pueblo es gratis, y si haces turismo rural vas a un pueblo que no es tuyo y pagando una pasta.
Para hacer turismo rural no vale cualquier pueblo. Tiene que ser un
pueblo "con encanto". ¿Y qué es un pueblo "con encanto"? Pues un pueblo que sale en una guía de pueblos "con encanto". Si es que se cae por su propio peso...
A estos pueblos se suele llegar a través de una carretera comarcal
"con encanto", que es una carretera con tantos baches y tantas curvas que cuando llegas al pueblo estás encantado de bajarte. Y cuando entras al bar intentas integrarte con los vecinos.
- ¡¡¡Buenos días, paisanos!!! ¿Qué
es lo típico de aquí?
Y el del bar piensa: "Pues aquí lo típico es que vengan los idiotas de la ciudad los fines de semana a
dejarse los euros".
Lo siguiente es alojarse en una casa rural o "casa con encanto", que es una casa adornada con muchas
vasijas y ristras de ajos en el techo, que no tiene ni tele, ni radio, ni microondas. Eso sí, tiene unos mosquitos trompeteros que por la noche hacen más ruido que una Derbi Coyote.
Luego te das cuenta de que los del pueblo viven en unas casas que no tienen ningún encanto. Pero tienen
jacuzzi, parabólica, Internet y portero automático. Tu casa no tiene portero automático, pero tiene una llave que pesa más que Maradona.
Otra ventaja que tiene hacer turismo rural es que puedes elegir entre una casa vacía o vivir con los dueños.
Pero el "encanto" definit
ivo son las "actividades al aire libre". Como cuando te ponen a hacer senderismo, que es lo que habitualmente se llama andar, y consiste, pues eso, en poner un pie delante de otro hasta que no puedas más, mientras los del pueblo te adelantan en un todo terreno con aire acondicionado.
Pero tú encantado. Vas por el campo como abducido. Te vuelves bucólico y todo te parece impresionante: ves una boñiga de vaca y sueltas:
-Ummmmmh... qué olor a pueblo.

¿A pueblo? A pueblo no, huele a caca. Eso sí, a caca "con encanto".
Y todo, sea lo que sea, te sabe a gloria: en el mesón te ponen dos huevos fritos con chorizo y tú:
- En Salamanca no te comes tú
estos huevos. En Salamanca no te comes tú estos chorizos. En Salamanca no te tomas tú esta Coca-Cola.
Y le dices al camarero:
- Oiga ¿A que este chorizo es de
matanza?
- Pues casi, porque a punto estuvo de matarse en la curva el del camión de Campofrío.

De repente oyes unas campanadas y dices:
- ¡Ah.¡ ¡Qué paz! No hay nada
como el tañido de una campana.
Y tu mujer:
- Pero si está grabado, ¿No ves el
altavoz del campanario?
En ese momento te preguntas si los sonidos de las gallinas y de los
grillos no vendrán en un CD: Rural MIX2008 Los 101 mayores éxitos campestres. De lo único que estás seguro es de que los mosquitos trompeteros son de verdad. Que pareces un Ferrero Roché con varicela.
Yo creo que, de lunes a viernes, la gente de estos pueblos vive como
todo el mundo, pero el fin de semana distribuyen por la carretera a unos tíos disfrazados de pastores y cuando ven que se acerca un coche, avisan a los del pueblo con el móvil:
- ¡Eh, que vienen los del turismo rural!

Y cambian el cartel de "Vídeoclub" por el del "Tasca", sueltan unos perros cojos por las calles y sientan a la entrada del pueblo a dos abuelos haciendo alpargatas, que luego te compras unas y te salen más caras que unas Nike.
En fin, yo creo que un montaje tan grande como éste no puede ser obra de personas aisladas. Estoy seguro de que están implicadas las autoridades.
Me imagino al alcalde:

- Queridos paisanos: este verano, para incrementar el turismo, vamos a importar más mosquitos del Amazonas, que el año pasado tuvieron mucho éxito. Y quiero ver a todo el mundo con boina, nada de gorritas de Marlboro. Y haced el favor de pintaros el entrecejo, que no parecéis de pueblo! Y las abuelas, nada de top-less en el río, que espantáis a los mosquitos.
¡Ah! Y por cierto: este año no hace falta que nadie haga el tonto del
pueblo. Con los que vienen de fuera ya tenemos bastante.

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